
Francisco Carrillo subía al escenario del VI Congreso Nacional de
Enfermedades Raras acompañado de la mano de su hermano y se enfrentó a un público de casi 500 personas, entre ella SAR La Princesa de Asturias Doña Letizia.
Pese a su delicada apariencia pudimos ver que detrás de sus 13 años se guardaba una persona con una grandeza y valentía enorme. Nos narró la historia de una vida marcada por una enfermedad a la que tardó bastante en poner nombre, progeria,
sumada a otra denominada lipodistrofia generalizada. La primera hace
que Francisco envejezca más rápido que los demás, la segunda hace que
no tenga nada de grasa en el cuerpo.
La lucha de este chico no va sola, va de la mano como todas las demás,
de una familia que ha luchado lo que nunca hubiesen imaginado y han
sacrificado desde el trabajo hasta su lugar de residencia por ofrecer a
Francisco la mejor atención y calidad de vida posible.
Él es el primer caso de progeria en el mundo con un transplante cardíaco y tal y como hizo hincapié ‘esto se ha hecho en España, por médicos e investigadores de aquí, de la sanidad y de la universidad pública’. También agradeció al doctor Araújo toda la ayuda que le ha prestado hasta ahora y agradeció a los laboratorios BRISTOL por brindarle la leptina para su tratamiento. Francisco terminó
haciendo un llamamiento a los medios de comunicación para que sean el
vehículo a través del cual las enfermedades poco frecuentes se hagan
visibles y se haga llegar el mensaje de que ‘los que tenemos
enfermedades raras necesitamos unidades de referencia especializadas,
necesitamos que los que mandan le den parte de nuestro dinero a los
científicos y a los médicos para que investiguen’.