Es un programa innovador planteado para el curso 2020/2021 cuyo objetivo principal es generar aprendizajes y potenciar habilidades cognitivo-conductuales en niños con necesidades educativas especiales o en usuarios con dificultades comunicativas, sensoriales y psicomotrices incorporando un perro en las sesiones. La herramienta en este caso no es tanto el animal como la motivación que da el contar con el mismo dentro del espacio de trabajo y siendo “protagonista” de las actividades. La incorporación de un perro de terapia en una sesión de trabajo con un niño o con un adulto junto con una adecuada programación nos ayuda a acelerar los procesos de aprendizaje en una intervención terapéutica.
- La coordinación y psicomotricidad. Aspectos relacionados con la orientación espacial y temporal, control de La motricidad fina y gruesa.
- Habilidades cognitivas como la percepción, atención o la memoria. Capacidades cognitivas necesarias para generar nuevos aprendizajes.
- Autocuidado y cuidado de otros. Desarrollo de habilidades que posibiliten la máxima autonomía de los usuarios.
- Comunicación y lenguaje (intención comunicativa, articulación del lenguaje, vocabulario, ritmo y entonación, prerrequisitos del lenguaje, aprendizaje de S.A.A.C, etc.)
- Contenidos escolares. Desarrollo de destrezas básicas que permitan el acceso al currículum o que ayuden al usuario a beneficiarse de todo lo que pueda aportarle una jornada escolar.
- Sociabilización o problemas de conducta, mejorar la comprensión de las normas sociales, adaptarse a nuevos ambientes y situaciones, etc.
- Gestión de las emociones y autoconcepto.
- Integración sensorial. Proporcionar experiencias y estímulos, ayudar a gestionar la información que procede del entorno próximo o gestionar la respuesta del propio cuerpo cuando recibe estímulos (visuales, auditivos, táctiles, etc.)
Todos los usuarios del servicio de estimulación cognitiva que tras la valoración del profesional y reunión con la familia puedan beneficiarse de las ventajas de una Intervención Asistida con Animales.
Se parte de una evaluación inicial y de la elaboración de un documento donde se fijan los objetivos de trabajo, los recursos y adaptaciones, contenidos, metodología y la temporalización de las sesiones. Una vez que se presenta este documento a la familia y esta está de acuerdo, se comienza a trabajar. En la valoración del usuario se recopila información que nos diga qué capacidades cognitivas y psicomotrices pueden mejorar y se adaptan a una sesión de este tipo y que además, nos ayude con la programación de objetivos inicial. Esta programación debe de ser coherente y garantizar el bienestar del animal y de los usuarios.
La relación “Usuario - Perro” responde a un proceso de adaptación progresiva. Para respetar los tiempos en los que se establece esa relación tenemos que plantear las actividades en el siguiente orden:
- Actividades de presentación: Se realizan en las sesiones iniciales (con el perro presente, así también podemos ver cómo se siente el animal) dentro del espacio de trabajo donde se desarrollarán las siguientes sesiones (Aula, sala psicomotricidad, etc.). En las mismas se familiariza a los usuarios con el concepto “perro” y sus características y se van analizando los puntos fuertes y las dificultades. Aquí establecemos las normas para interactuar con el perro, aprendemos a respetar los turnos y llevar un orden. Actividades: Vídeos habilidades de perros/ Cuentos que protagonicen perros/ Dibujos/Presentación de utensilios de mascotas/ Juegos con sonidos de animales/ Ejercicios sencillos con el perro sin contacto físico/ Juegos para aprender a respetar los turnos/ Fichas sobre características de los perros/. Etc.
- Actividades de acercamiento: Se reevalúa la situación y si consideramos que es el momento, comenzamos a realizar actividades en las que cada vez estén más cerca los usuarios y el animal (de forma progresiva y reflejado en la programación): Que el perro lleve algún objeto a los usuarios/Ejercicio en el que el perro debe depositar bolas dentro de un cesto a los pies del usuario/ Que el perro facilite piezas (grandes) de un puzle de gomaespuma/ Etc.
- Actividades de contacto: A medida que la confianza va aumentando y que consideremos que el perro, terapeuta y usuarios están cómodos se va disminuyendo la distancia entre estos. Aquí ya puede haber contacto directo con el perro y pueden interactuar de forma más estrecha: Juegos con caricias/ Ofrecerle objetos para que los porten en la boca/ Habilidades de obediencia básica como dar la patita/Premiarlos cuando realicen un ejercicio/ Etc.
Estas son las actividades que van a desarrollarse a lo largo de la intervención propiamente dicha, no obstante, a lo largo del curso siempre comenzamos la sesión con una actividad de presentación y procuramos mantener la misma estructura.
Se propone que las sesiones tengan una duración de 45 minutos, de forma individual (aunque los padres pueden participar en alguna de estas) en un espacio adecuado que permita la movilidad del usuario, del terapeuta y garantice el bienestar del perro.
El tipo de actividades y el material (elaborado por el terapeuta) variarán en función de los objetivos que hayamos programado para cada una de las sesiones. La estructura de estas también depende de la programación de cada usuario, pero considero importante establecer unas rutinas de trabajo y respetarlas.
Se considera necesario realizar una reunión inicial con las familias en la que se les explica los fundamentos científicos de estas terapias y evaluar para reajustar objetivos si fuera necesario.
