El sistema Cráneo-Sacral consiste en las membranas (meninges) y el líquido cefalorraquídeo que rodean y protegen el encéfalo y la médula espinal. Esto se extiende hacia los huesos del cráneo, la cara y la boca, y desde el cráneo llega a su extremo inferior que es el sacro-coxis (el hueso final de la columna).
Ya que este sistema vital influye en el desarrollo y funcionamiento del cerebro y la médula espinal, un desequilibrio o restricción en él puede ser causa potencial de numerosas alteraciones sensitivas, motoras o neurológicas. Estos problemas incluyen dolor crónico, dificultades visuales, escoliosis, desequilibrios motóricos y de coordinación, trastornos en el aprendizaje y otros desafíos a la salud.
La Terapia Cráneo-Sacral es un método suave de detección y corrección que refuerza los propios mecanismos de autocuración para disipar estos efectos negativos del estrés en nuestro sistema nervioso central. Además, la Terapia Cráneo-Sacral beneficia la salud general y la resistencia a enfermedades.
Los efectos positivos de la Terapia Cráneo-Sacral es posible tras evaluar por parte del terapeuta las restricciones en el sistema cráneo-sacral y posteriormente motorizando el líquido cefalorraquídeo al fluir por el sistema.
Beneficios de la Terapia cráneo-sacral:
-Aumenta la vitalidad
-Regula la presión sanguínea
-Relaja el tejido conjuntivo
-Disminuye el dolor
-Elimina toxinas
- Estimula el sistema inmune
- Mejora el estado de ánimo
- Induce a la relajación
- Calma las molestias musculares y mejora la capacidad de movilidad de las articulaciones
La duración de las sesiones será de una hora.
Depende del estado del paciente se harán todas las semanas hasta alcanzar un equilibrio y la liberación de los posibles bloqueos que tengan y que una vez tengamos en el equilibro el cuerpo y mente. Se recomienda realizar la terapia cada 15 días.
